

La paleta de colores elegida está profundamente enraizada en la identidad regional, con azules que evocan el río Pánuco y el mar, rosas que representan las bugambilias y la calidez de la gente, y verdes que aluden a la cultura huasteca, su vegetación y su influencia en todos los aspectos culturales, desde la gastronomía hasta la religión. El desafío fue traducir estos elementos tradicionales en un diseño moderno y atractivo que resonara con una audiencia contemporánea, evitando clichés y logrando un equilibrio entre lo “inspirado en la cultura de la región” y lo innovador.
El rediseño del Weekend Fest es un paso firme hacia la consolidación del festival como un evento anual de referencia en la región. Los elementos desarrollados buscan ser atemporales, permitiendo que la imagen evolucione con el tiempo, pero manteniendo siempre una continuidad visual. El feedback recibido ha sido extremadamente positivo; la comunidad ha reconocido la conexión entre la nueva identidad y el sentido de pertenencia regional, expresado de una manera fresca y moderna.
En El Catrín, nos enorgullece que este proyecto no solo sea relevante para la evolución del Weekend Fest, sino también como una muestra del potencial que tiene la región para producir trabajos de calidad, a la altura de cualquier festival a nivel nacional. Este proyecto demuestra que siempre es posible representar el sentido de pertenencia local adaptándolo a las tendencias actuales de diseño, asegurando que cada detalle, desde la audiencia hasta las aplicaciones, se alinee con una visión integral y coherente.

